La producción se realiza en la histórica planta de 18.000 m2 en Monza, Italia, e incluye una amplia gama de abrasivos flexibles con soporte de tela, papel y fibra vulcanizada.
Todas las materias primas utilizadas en las fases de producción se someten a pruebas con estrictos protocolos en el laboratorio interno de TAF ABRASIVI antes de su uso; además, todas las fases del proceso de producción se controlan de manera rigurosa para garantizar la máxima calidad de los productos. Asimismo, TAF ABRASIVI realiza pruebas de muestreo de todos los productos finales antes de ponerlos a la venta. Las pruebas se llevan a cabo según parámetros deliberadamente estrictos para garantizar que los productos enviados a los clientes sean totalmente seguros y fiables, incluso en el caso de trabajos especialmente intensos.
Tras el control de calidad, los productos finales se almacenan en un gran almacén que cuenta con un sistema de climatización que controla constantemente la temperatura y la humedad.
TAF ABRASIVI dispone actualmente de un Sistema de Calidad que se certificó por primera vez en 1996, según las normas ISO 9002, hasta evolucionar sucesivamente hasta la edición actual de 2015 de la norma ISO 9001.
Todos los productos TAF ABRASIVI también cumplen los requisitos de las normas europeas EN 13743 para abrasivos flexibles, EN 12413 para abrasivos rígidos y EN 13236 para superabrasivos.